Publicado: 15 de Junio de 2016
Los colmillos son, quizá, los dientes más fuertes de nuestra dentadura. Estos, junto con las muelas del juicio, son las últimas piezas en salir. Por ello, lo que ocurre en muchos casos es que se quedan retenidos, y el paciente no sabe si los que tiene son de leche o son los definitivos. La única manera de conocer si se ha producido el cambio hacia los dientes definitivos es la edad. Los colmillos deben haber salido cuando el niño ha cambiado ya todos sus dientes, aproximadamente a los 13 años. Si estos no se han caído y son demasiado pequeños, es probable que los colmillos hayan quedado retenidos. Esta situación es realmente incómoda para el paciente, ya que se pueden producir contracciones musculares en la mandíbula y en la musculatura facial, almacenando mucha tensión en las encías. [Sigue leyendo aquí]